La Perla de la Unión. Un Simbolismo Universal.

La Perla de la Unión. Un Simbolismo Universal.
La "PERLA DE LA UNIÓN". Si todos aunáramos Creencia, en un Ser Único, sabiéndonos parte de Él mismo, la vida cambiaría.

lunes, 29 de octubre de 2012

Cinturón apretado.



El cinturón está apretado, y así,  quien lo sufre, se siente como si estuviera debajo de una apisonadora.
Y es que estamos en recesión.
Apuntamos los deberes por la mañana y quien más quien menos buscamos la extraña balanza del Debe y el Haber, para que nos cuadre el desaguisado. Estamos aprendiendo contabilidad “in extremis”, y aceptando a toda prisa esos vocablos nuevos, que ya nos resultan familiares, de tanto oírlos.

Y yo me pregunto ¿se puede sacar algo positivo ante tanto desaguisado?

Pues sí:

-Hemos aprendido a valorar ese trozo de pan que hace un tiempo corto, sucumbía en la basura al día siguiente.
-Admiramos el día, e incluso se abre la cortina –en otro tiempo cerrada-, para procurar que se filtre un poquito más de luz, en favor de nuestro recibo eléctrico.
-Se admira mucho más el entorno, y los paseos por la Naturaleza son el divertimento preferido, porque admirar y respirar hondo su aire fresco… es gratis.
-Hemos sacado aquel trasto viejo, que nos regaló no sé quien, y nos gustaba más bien poco; y ahora luce su belleza rascada y pulida, en el centro del salón.
-Miramos mucho más a quien tiene menos e incluso le alargamos una mano con lo que esté a nuestro alcance; porque bien sabido es que cuanto menos tienes, mas te congratulas con los de tú igual. Y además ahora nos hemos dado cuenta de que existía el vecino de al lado.
-Y no digamos los rezos nocturnos, de las peticiones al Altísimo, que por Alto, lo habíamos obviado durante toda nuestra vida, al pensar que no existía. Y ahora, se pide esto y aquello –por si acaso anda por ahí-.

Sí… queridos amigos… El ser humano tiene que tomar siempre impulso desde su hundimiento.

Pero la lección más importante, es habernos dado cuenta de cuántas cosas superfluas conformaron nuestra vida.

Y sobre todo, qué pocas cosas merecen realmente la pena.

lunes, 22 de octubre de 2012

Divagando





Tengo deseos de reírme, y como no encuentro demasiados motivos, me voy a reír de mí misma. Por eso divago…
Estoy en esa edad en el que ya no soy joven y tampoco me siento mayor. Tengo muchos proyectos y al poco tiempo me digo “necesito vivir el doble de lo vivido –que no es poco-, para que todo lo que anhelo, llegue a buen fin”.
Pero ¿qué queréis que os diga? Poco a poco voy avanzando y consiguiendo subir algún escalón que otro.

Por eso, hoy, comunico que he logrado algo importante:

He superado esa etapa del pellizquito envidioso –a mí lo de la envidia sana, me suena a fraude- cuando veo tantos éxitos literarios en mis compañeros de fatigas: Entrevistas variadas; una pole privilegiada en descargas; multitud de libros vendidos; y muchos triunfos por aquí y por allá, que jamás me pertenecen.
Por eso, y después de haber asumido que mis logros Editoriales, son más bien escasos, considero que es éxito doble sentir alegría por el triunfo ajeno.

Sí. He pedido como una plañidera que ese pellizco de “rabiuca” que me atenazaba, huyera, y ha huido.

Para que digan que ya no existen los milagros.

miércoles, 3 de octubre de 2012

¿Me puede decir en dónde está mi hija?





Caminaba ayer, muy gayaspera, por la calle Corrida y en esto, me aborda una mujer, pequeñita, con los ojos vivos,  sonrisa franca y una saya un tanto desgastada:
.
"-Por favor... ¿me puede decir en donde está mi hija? Me pregunta
-¿Perdón?
-Que si me puede decir en dónde está mi hija...
-Lo siento; no entiendo el motivo de su pregunta... es que... pienso que... creo que no nos conocemos.
-Sí. A usted la he visto en el Periódico, y en la Tele, la he escuchado hablar del Más Allá. Dice que cree firmemente en la existencia de Dios y en la Eternidad. Dice que nadie muere para siempre y que tan solo se cambia de lugar. Verá...mi hija se murió hace poco tiempo.
Quiero que me demuestre que eso que dice es así. Quiero que me diga en donde está. Yo no puedo llegar a ella por más que ruego y pido, una señal que me diga de su rastro... Pero, Providencialmente la he encontrado a usted, y... y pienso, que si habla con tanta seguridad es porque realmente sabe mucho más que yo".
.
No puedo responder. Me falta el aire. Estoy desarmada ante esa mirada llena de ternura y de esperanza.
No sé que decir.
.
Le extiendo mis manos, y le susurro:
.
-"Lo siento. No puedo demostrarle que ella siga viva. Lo siento mucho. No puedo decirle en donde está, pero tengo la percepción y el sentimiento,  que lo que digo es cierto. Estamos viviendo una vida de Experiencias, aquí en la Tierra; de Experiencias Evolutivas. Más tarde, cuando la vida física termina, regresamos a nuestra verdadera Casa.".
-¿Eso es todo? Me dice.
-Lo siento. Eso es todo. Le respondo llena de frustracción
.
Entonces, me observa con incredulidad. Su expresión lastimera; más tarde mira al suelo. Se aleja despacito y mientras, vuelve su rostro lloroso sobre mí.